Cualquier currículo no mueve nada y únicamente tiene valor cómo pasado. Mejor es saber quién soy actualmente y qué hago, y para ello dar unas pistas para conocer “realmente qué digo y cómo lo digo como “creador”.

El pasado no tiene remedio, el presente es breve y el tiempo futuro es dudoso.

Oda, epopeya y drama son las etapas que generalmente se gastan en vivir. Centrémonos en la epopeya del presente.